Síndrome posconsumo de cocaína inyectada a partir de las observaciones en una sala de consumo supervisada

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Sr. Editor: La cocaína es una sustancia de acción generalizada en el organismo. La mayoría de los estudios sobre sus efectos inmediatos se vinculan a entrevistas1, notas de campo2 o pacientes que acuden a urgencias por algún efecto secundario3. La implantación de las salas de inyección supervisadas, además de erradicar la mortalidad4, permite observar y definir el síndrome posconsumo.

A partir de la bibliografía y la experiencia del personal a cargo de la sala de inyección de drogas no legales, en el Servicio de Atención y Prevención Sociosanitaria de la Cruz Roja de Barcelona hemos elaborado una tabla con los efectos presumiblemente más frecuentes tras el consumo de cocaína (tabla 1). Durante 14 días consecutivos, hemos registrado los efectos inmediatos de la cocaína sola o combinada con heroína (speed-ball), sin incluir a usuarios que acudían para inyectarse únicamente heroína.

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En los 14 días del estudio, acudieron a la sala de inyección 72 pacientes que realizaron en total 168 consumos. Un 79,2% de las veces se inyectaron cocaína y un 20,8%, speed-ball.

En 19 consumos (11,3%) no se manifestó ninguno de los efectos descritos; en 47 (28%), 1 efecto; en 42 (25%), 3 efectos; en 19 (11,3%), 4 efectos; en 13 (7,7%), 5 efectos; en 2 (1,2%), 6 efectos, y en una de las tomas se observaron 7 efectos.

La manifestación más frecuente fue la verborrea (49,4%), seguida de sudoración profusa (35,1%), midriasis (29,8%), sialorrea (14,9%), búsqueda de objetos (14,9%), alucinaciones visuales (13,7%) y delirio (1,2%). No apareció cefalea5,6, convulsiones7, ni dolor precordial8,9. Lo atribuimos a su menor frecuencia de presentación.

La única diferencia entre cocaína sola o combinada con heroína fue que con la cocaína se producía un 33,1% de midriasis, y con speed ball, un 17,1% (p = 0,04). En relación con las diferencias farmacológicas, esperábamos hallar más diferencias. Pero, sólo con la información de los usuarios, es difícil saber lo que realmente acaban consumiendo. Quizá por este motivo, y por tratarse de un estudio breve, no hemos encontrado diferencias importantes en el consumo de cocaína y de speed ball.

Es importante saber que la verborrea, la búsqueda de objetos, las alucinaciones visuales y auditivas, la agitación motora, los movimientos reiterativos, la parálisis fugaz, aparecen con frecuencia tras el consumo de cocaína y, en consecuencia, hay que entrenarse para su tratamiento, así como detectar situaciones de urgencia, como la agitación psicomotriz, las convulsiones y el dolor precordial, y otros síntomas, como la midriasis, que permite diferenciar el consumo de cocaína de la heroína que produce miosis.

En el tratamiento de las convulsiones, diazepam es uno de los medicamentos más eficaces10. Dada la experiencia de su utilización en convulsiones y en dolor precordial, también en consumidores de cocaína, es un medicamento a tener presente en la agitación psicomotriz. Hay que tener una atención especial si el usuario informa que ha consumido previamente benzodiacepinas, alcohol o heroína, si se ha inyectado speed ball o si se detecta miosis.

El síndrome posconsumo también aporta información para el diseño y el funcionamiento de futuras salas de inyección, originariamente orientadas para evitar muertes por depresión del centro respiratorio en el curso del consumo de heroína intravenosa. La progresiva utilización de cocaína, con las manifestaciones observadas de estimulación del sistema nervioso central, requiere mayor espacio físico, mayores medidas de seguridad para los profesionales, disponibilidad de zonas de relajación posconsumo y evitar elementos que favorezcan las alucinaciones visuales y auditivas.

Las observaciones sistematizadas en el curso del consumo no son sencillas. Frecuentemente, surgen situaciones no bien controladas e incluso peligrosas que dificultan observaciones prolongadas y complican la ya delicada tarea de los profesionales. Por ello, trabajos iniciales, como el que presentamos, con una observación limitada a 14 días, tienen gran interés para nuevos estudios dirigidos a aspectos más concretos.

Al tratarse de una sala de inyección, no tenemos datos sobre el consumo de la cocaína fumada. Teniendo en cuenta la rapidez de acción de la cocaína por esta vía, su gran capacidad adictiva y la alternativa que supone para un consumo de menor riesgo, es conveniente desarrollar, asimismo, salas para fumadores y estudiar los efectos.

Agradecimientos

Queremos agradecer a Montserrat Pons, Mireia Tarín, Imma Serra y Esther Franch su colaboración en este estudio.


Bibliografía

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2.Van del Poel A, Barendregt C, Van de Mheen D. Drug consumption rooms in Rotterdam: an explorative description. Eur Addict Res. 2003; 9:94-100.
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3.Domingo-Salvany A, Hartnoll RL, Anto JM. Opiate and cocaine consumers attending Barcelona emergency rooms: a one year survey (1989). Addiction. 1993;88:1247-56.
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4.Hedrich D. European report on drug consumption rooms. European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction. Luxemburg: 2004.
5.Lipton RB, Choy-Kwong M, Solomon S. Headaches in hospitalized cocaine users. Headache. 1989;29:225-8.
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8.Freire Castroseiros E, Penas Lado M, Castro Beiras A. Cocaína y corazón. Rev Esp Cardiol. 1998;51:396-401.
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9.Lange RA, Hillis LD. Use Cardiovascular Complications of Cocaine Use. N Engl J Med. 2001; 345:351-8.
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10.Spivey WH, Euerle B. Neurologic complications of cocaine abuse Ann Emerg Med. 1990;19: 1422-8.

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